Cuando las propiedades de un elemento animado son similares a las de los objetos físicos, resultan más fáciles de percibir. Estas animaciones son más predecibles, por eso no causan molestias.
Ayudan a desencadenar ciertas asociaciones y emociones que resultan familiares al usuario. Una de las principales formas de conseguir una sensación de naturalidad es imaginar cómo se comportaría un objeto físico si se moviera como tu animación. ¿Cómo afecta esto a la velocidad?
- Por ejemplo, elementos idénticos se moverán de forma distinta si recorren distancias diferentes. Cuando los elementos se mueven, el que tiene la distancia más corta se detendrá primero.
- Los elementos que varían en masa también se mueven de forma diferente, los más grandes tienden a moverse más lentamente. Si fuera un objeto físico, su masa le impediría moverse más rápido.
Estas reglas están estrechamente relacionadas con nuestra percepción. Es importante recordar que los objetos físicos siempre tienen un principio y un final en su movimiento. En algún momento se aceleran (por ejemplo, al principio, si son empujados) y en algún momento se ralentizan (por ejemplo, al final del recorrido). La animación web transmite estas propiedades con la ayuda del Easing.